Tiro al blanco
Rafael L. Olivo
Sabiendo que Trump prometió terminar con la Guerra de Ucrania en un día, Biden le da permiso a Zelensky para usar armamento norteamericano dentro de territorio ruso, al menos eso reporta la prensa internacional: la última línea roja que Putin dibujó, cuando dijo que haría responsable de los daños en Rusia a los fabricantes de los países armamentos que se usen para lograr ese objetivo.
La pregunta obligada es ¿qué pretende lograr Biden con esa acción pocos días antes de dejar el poder?
Como es imposible saber que pasa por la cabeza del presidente Biden (o de quienes le manejan), no podemos más que especular, sin embargo, todo apunta a que el objetivo es empujar a Putin a que cumpla su palabra respeto a la violación de dicha roja, y éste tome acciones de carácter irreversibles, que hagan prácticamente imposible conseguir la paz a corto plazo.
Entre las posibles respuestas del Kremlin a un ataque que dañe civiles o infraestructura vital rusa están: 1- atacar objetivos norteamericanos, 2- usar armamento nuclear estratégico en Ucraniano la combinación de ambas cosas, dejándole a Trump un conflicto bélico de mayores proporciones, imposible de detener con solo dejar de apoyar económicamente y armamentísticamente a Ucrania, forzándole a negociar la paz, al tiempo que provoca una escalada tan grande del conflicto que, de no andarse con cuidado, podría empujarnos a una conflagración a escala mundial y, por vía de consecuencia, atómica.