José Antonio Figuereo Bautista, mejor conocido en el bajo mundo como «Kiko la Quema», fue abatido en Cambita Garabitos, San Cristóbal, marcando el fin de una búsqueda intensiva por parte de las autoridades.
Figuereo Bautista, calificado por el presidente Luis Abinader como el principal distribuidor de drogas en la región y cabecilla de una peligrosa organización criminal, enfrentaba acusaciones por tráfico de drogas, manejo de armamento pesado y la muerte de un joven en la localidad.
La confirmación de su deceso llegó a través de Santo Figuereo Bautista, hermano de «Kiko», quien revelód etalles a los medios, destacando que el enfrentamiento tuvo lugar cerca de su domicilio. A pesar de su notoria reputación, en su comunidad, «Kiko la Quema» era visto por algunos como un moderno Robin Hood.
Su captura y posterior caída representa un golpe significativo contra el narcotráfico en la República Dominicana, cerrando el capítulo del criminal más buscado del país.
