Si algo he notado en el presidente Nayib Bukele es que, aparte del enfrentamiento que tiene con las bandas y los corruptos de su propio país, evita los pleitos con otras personas, pero NO los baraja.
No agrede a nadie, pero si lo buscan, lo encuentran, y esos pleitos hacia los que le han arrastrados, por una razón obvia, siempre es con izquierdista desfasados, y el pleito mas conocido que ha techado él ha sido con el presidente Petro, de Colombia.
Este presidente criticó agriamente a Bukele y sus métodos para imponer la paz en El Salvador, pero mientras él mismo en Colombia tiene una aprobación del 39% (y bajando), el joven presidente tiene una aprobación de un 90%, el más alto de mundo.
Paralelo a esto, mientras el discurso de Bukele no se lo perdió delegación alguna en la reciente cumbre de la ONU, a Petro le dejaron la sala prácticamente vacía durante su comparecencia, significando esto que a nadie le importaba lo que tuviera que decir, siendo esto tan vergonzoso, que los colombianos de su equipo tuvieron que recurrir a la alteración del vídeo, donde metieron un segmento de una sala abarrotada que le aplaudía con fervor, cuando la realidad era otra, pero fueron descubiertos, siendo éste un muy desatrozo episodio.
Los gobernantes NO se miden por sus palabras, se miden por su compromiso, transparencia y resultados en general, y estos apartados Bukele han sacado notas muy altas, sobre todo en un Petro que le llueven acusaciones de todo tipos y sin resultados claros.
Rafael L. Olivo
