EL VATICANO.- El papa Francisco sufrió dos episodios de insuficiencia respiratoria aguda el lunes, lo que obligó a los médicos a intervenir para eliminar mucosidad de sus pulmones y brindarle ventilación mecánica. A pesar de permanecer alerta y cooperativo, su estado sigue siendo delicado, y ha vuelto a depender de oxígeno para respirar. Esta es la tercera crisis grave que enfrenta en menos de tres semanas, desde que fue hospitalizado por neumonía, lo que le ha impedido pronunciar el Ángelus en persona y participar en actos litúrgicos clave como la misa de Miércoles de Ceniza.
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Mientras tanto, cientos de fieles se congregan cada noche en la Plaza de San Pedro y en el hospital Gemelli de Roma para orar por su pronta recuperación. Su frágil estado ha despertado gran preocupación en la comunidad católica, con muchos temiendo por su salud debido a su historial médico. A sus 88 años, el pontífice enfrenta un proceso de recuperación incierto, con sus médicos manteniendo cautela sobre su evolución y advirtiendo que aún no está fuera de peligro.
