Tiro al blanco
Por Rafael L. Olivo
Para nadie es un secreto que de no ser por el dictador Trujillo y el fenecido presidente Balaguer, la República Dominicana hoy sería un país yermo y desértico, insostenible ambientalmente hablando, tal y como ha sucedido en la parte occidental de la isla, pero ¿cómo lo lograron?
Trujillo creó zonas boscosas vedadas como “el Vedado de del Yaque”, donde no se podía talar árboles y creó el primer parque nacional en el 1934, formó un cuerpo de guardias forestales para imponer la protección de los bosques, suprimió la quema de árboles para despejar tierras para la agricultura, prohibió que se cortaran pinos sin su permiso en el área de Constanza, en la Cordillera Central, etc. Sus detractores dirán lo que lo hizo por “lucro personal”, pero los resultado aún pueden verse hoy en día.
En el 1937 Trujillo contrató al científico medioambiental puertorriqueño, Dr. Carlos Chardón, para hacer un diagnóstico de los recursos naturales del país y su potencial agrícola, minero y forestal.
A raíz de esto, el corte de árboles (del que Trujillo era el socio principal) se hacía bajo estrictos principio científicos, lo que producía que los bosques se regeneraban sin problemas.
Una vez muerto Trujillo, cae el muro de contención, y los madereros y campesinos le abren fiesta al bosque, cortando árboles indiscriminadamente y quemando zonas boscosas para despertar terrenos con potencial agrícola.
Bosh quiso contenerlos y estos se unieron a quienes querían tumbarlo, el desorden prodigio hasta que Balaguer fue elegido en el 1966, pero de este capítulo de la historia, hablaremos luego.
