En el tumultuoso mundo del boxeo, las confrontaciones no se limitan únicamente al cuadrilátero; de hecho, algunas de las disputas más encendidas suceden fuera de él. Recientemente, la tensión entre Saúl «Canelo» Álvarez y su ex promotor Óscar de la Hoya alcanzó su punto álgido en la conferencia de prensa previa a la pelea de Canelo contra el invicto Jaime Munguía. Durante el evento, De la Hoya tomó el micrófono y criticó duramente a Álvarez, acusándolo de olvidar a quienes lo ayudaron a alcanzar la fama mundial y de centrarse más en insultarlo que en promover su próximo combate. Estas declaraciones desataron una intensa guerra de palabras entre ambos, con De la Hoya expresando respeto por la habilidad boxística de Canelo pero cuestionando su gratitud y conducta profesional.
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La situación se intensificó cuando Canelo respondió a los reproches de su ex promotor con visibles muestras de irritación. El campeón no solo refutó las acusaciones con vehemencia, sino que también descalificó la autenticidad de las palabras de De la Hoya, sugiriendo que alguien más había escrito sus declaraciones. La discusión escaló rápidamente, llegando a un punto crítico cuando Canelo se levantó de su asiento, enfrentando directamente a De la Hoya y lanzándole duras palabras, lo que subrayó la profundidad de la ruptura entre el púgil y quien fuera su mentor y promotor. Esta confrontación verbal en público no solo subraya las fracturas en su relación profesional, sino que también añade un elemento de drama personal y emocional a la anticipación de la próxima pelea de Álvarez.
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