De un tiempo a esta parte Estados Unidos se ha propuesto bloquear el desarrollo tecnológico de China, bajo la excusa de impedir su desarrollo militar, al prohibir las ventas de chips avanzados o cualquier máquina que sirviera para fabricarlos al gigante asiático, sin embargo, la potencia del norte olvidaba un pequeño pero importante detalle: los materiales conque se fabrican dichos chips vienen precisamente de China.
Estos metales son el galio y el germanio (y sus derivados) de los que China tiene un control que sobrepasa el 90% de la producción de mundial de galio, y más del 67% del germanio.
Estados Unidos tiene enorme reservas de germanio, pero su procesamiento es tan contaminate, que para ellos es casi impensable la labor.
El equivalente a este movimiento, efectivo a partir del 1 de agosto, es como cuando, de niños, que íbamos al play a jugar baseball, y se le impedía jugar al dueño de la pelota, las consecuencias se veían venir.
Esta decisión que, atribuye el a “seguridad nacional” toma China y que, con su enorme paciencia, es evidente que estuvo evitando, es un “jaque mate” en toda regla, dado que sin este material, no solo se le tranca el juego al desarrollo y/o equipamiento militar estadounidense y europeo, si no, como también, a la industria civil, la transición hacia las energías renovables, etc.
China NO es un país tercermundista, donde la solución pase por una invasión, un golpe de estado o un magnicidio, esta medida de presión de parte de China se une a la cadena de impases entre las potencias, así que a Estados Unidos, al final, le quedarán dos opciones: “la negociación o la guerra”, recemos todos con fervor para que sea la primera opción la elegida.
Rafael L. Olivo
