La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió este martes que el consumo de alcohol provoca 2.6 millones de muertes anuales a nivel mundial, una cifra que sigue siendo «inaceptablemente alta» a pesar de una ligera disminución en la tasa de mortalidad. El informe, basado en datos de 2019, atribuye una de cada 20 muertes al consumo de alcohol, destacando que casi tres cuartas partes de los fallecidos son hombres. Las principales causas de muerte relacionadas con el alcohol incluyen accidentes de tráfico, problemas de dependencia, enfermedades cardiovasculares, cáncer y cirrosis, afectando desproporcionadamente a jóvenes de entre 20 y 39 años, que representan el 13% de estas muertes.
El director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, subrayó que el consumo de sustancias perjudica gravemente la salud, aumentando el riesgo de enfermedades crónicas y problemas de salud mental. La dependencia del alcohol también incrementa la vulnerabilidad a enfermedades infecciosas como tuberculosis, VIH y neumonía. La OMS instó a mejorar el acceso a programas de calidad para tratar la dependencia, señalando que el estigma, la discriminación y las ideas erróneas sobre la eficacia de los tratamientos contribuyen a la brecha en el suministro de ayuda. Las regiones con mayor consumo per cápita son Europa y las Américas, donde un significativo porcentaje de jóvenes de 15 a 19 años se define como bebedores habituales.
