Por Rafael L. Olivo
Ayer vi un vídeo de unos haitianos ilegales protestando en Hatillo Palma, Guayubín, para que el gobierno les otorgue carnets de migración, lo equivalente a residencias o visas de trabajo, y me acordé cuando mi abuela usaba la frase que sirve de título a este artículo, que es un español antiguo que significa “limar cuchillo…”
Desde hace décadas, en este país han estado pariendo miles de haitianas cada año, número que va incrementándose a medida que pasa el tiempo, y ya andamos casi por los 40.000 partos de haitianas al año.
Estas haitianas al parir NO retornan a Haití ¿o creen ustedes que nuestras escuelas estén a reventar de niños haitianos porque los infantes cruzan La Frontera cada día? Hay lugares donde los estudiantes haitianos significan el 85 y hasta el 95% del estudiantado, si lo dudan, vayan a Verón, Friusa, La Ceiba y demás parajes de Verón Punta Cana, pero sucede en casi todo el país.Dentro de 10 a 15 años, esos niños ya tendrán un acumulado de casi un millón, que comenzarán a hacer dos cosas:
1-Reproducirse en gran número
2-Exigir papales porque serán, según ellos “apátridas”.
Este conglomerado tendrá todo el apoyo de los comisionados de derechos humanos, de las organizaciones para migraciones, de los refugiados y demás especias pertenecientes a la ONU y otras instituciones, por lo que la República Dominicana será forzada, primero a darle residencias y luego reconocer más de un millón de ciudadanos haitianos de un solo golpe, tal y como se hizo en el 2014 cuando, a costo del estado, unos 300.000 ya fueron reconocidos.
Es decir, al hacerles el favor de permitirles parir a sus mujeres gratis en nuestros hospitales, estamos limando cuchillo para nuestras propias gargantas literalmente.
Estas organizaciones están conscientes del problema, prevén las consecuencias y esperan pacientemente el momento, cuando ellas mismas comiencen a impulsar a al menos tres o cuatro millones de haitianos a protestar simultáneamente, muchos probablemente de forma violenta, para entonces venir a “mediar” y ayudar a esas “pobres víctimas”, al tiempo que les dan la razón y buscan como una “salida” (ya programada), la cual será que se les de estatus de “migrantes legales”, lo cual les hace dominicanos a la corta o a la larga, con derechos políticos y ciudadanos.
En Argentina, Milei prohibió que se atendiera extranjeros gratis por temas económicos (y Argentina PIB argentino es seis veces mayor que el nuestro), pero en República Dominicana, tomar esa medida, es algo que debe hacer por temas económicos, pero también por temas sociales y demográficos.
Si creen que nuestros políticos han sido tan idiotas que no saben lo que les digo, se equivocan, sencillamente han sido parte del problema, por razones que harían demasiado largo este artículo.
