Los renombrados chefs Amílkar Gonell, Pamela Gonell, María Marte y Paula Vargas se unieron hoy sábado 25 de noviembre, en un esfuerzo culinario sin precedentes en el Parque del Este, en el marco del Flavor Fusion Fest. Su ambicioso objetivo era establecer un nuevo Récord Guinness al preparar el «Sancocho más grande del mundo».
Este evento, que comenzó a las 11:00 a.m., no solo buscaba un lugar en los anales del récord mundial, sino que también celebraba la rica diversidad cultural y la gastronomía dominicana. La jornada incluyó música en vivo con destacados artistas como Zeo Muñoz, Toque Profundo, Sexappeal, Lee Burgos, Emi Antonio y el humorista William Díaz, entre otros, para brindar una experiencia completa.
El equipo de chefs, liderado por Amílkar Gonell y Pamela Gonell, contó con la presencia estelar de María Marte, la única mujer en América Latina con dos Estrellas Michelín. Su experiencia acumulada de más de 20 años en la preparación de alimentos y desarrollo de menús se sumó a la mezcla de sabores de este evento monumental.
La preparación del Sancocho más grande del mundo requirió de enormes cantidades de ingredientes. Se utilizaron alrededor de 20,000 libras de víveres, que incluyeron yuca, papa, plátano, yautía y auyama. Además, se incorporaron 26 libras de carnes variadas, como pollo, cerdo, ahumados y ternera, para darle un sabor excepcional al platillo.
Para lograr el reconocimiento de Guinness World Records, la receta fue avalada por la Academia Dominicana de Gastronomía y certificada por Guinness. Se documentó cada paso del proceso, desde la creación hasta el pesaje final, durante tres días de arduo trabajo y dedicación.
El cierre del evento consistió en el pesaje del Sancocho, donde Guinness evaluó todo el proceso para confirmar el establecimiento del récord. María Marte compartió su emoción al decir: «Es que nadie ha hecho un sancocho tan grande. Para Guinness, el sancocho no existía. Entonces es más difícil establecer un récord que romperlo, y aquí estamos estableciendo un récord».
Este desafío no solo dejó una marca en la historia culinaria, sino que también brindó a los dominicanos un día para disfrutar de la autenticidad y la riqueza de su cultura en un evento diseñado para toda la familia. Un sancocho gigante, un equipo apasionado y la determinación de hacer historia en la cocina dominicana marcaron un hito culinario inolvidable.