Aunque de boca muy grande cuando se trataba de amenazar, lo único que le importaba al Presidente Trump era tener una buena baza frente a su contrario, que le permitiera la ventaja necesaria para una buena y conveniente negociación.
Dicho esto, demás está mencionar que terminó con la Guerra de Irak y la Guerra de Afganistán las cuales llevaban décadas, demás está decir que no comenzó (ni provocó) guerra alguna en ninguna parte del planeta durante su mandato.
Quizás su mayor logro para la paz, lo consiguió en el a Medio Oriente, con los llamados “Acuerdos de Abraham”, mediante los cuales se normalizaban las relaciones entre Israel y los Emiratos Árabes Unidos, acuerdos logrados por Donald Trump y su administración en el 2020, y que fueron firmados en La Casa Blanca.
Claro, la paz no le deja dinero a los “halcones de la guerra”, entiéndase a los fabricantes o intermediarios de armas y ¿a quienes creen que pertenecen las fábricas del Complejo Industrial Militar? ¿al aire? ¡¡Pues no!! estas fábricas pertenecen a fondos de inversiones, bancos y multimillonarios en sentido general y ¿a quienes creen que pertenecen los canales de televisión, estudios de cine, periódicos, revistas y demás medios? ¿Al aire? ¡¡Otra vez no!! Éstos pertenecen a los mismos a los cuales pertenecen las fábricas de armas, en consecuencia, Donald Trump les dejaba pérdidas, por lo tanto, había que confabularse contra él para quitarlo del medio.
Es por eso que la prensa no lo pasaba, y lo que no encontraba en su contra lo inventaba, de eso podríamos hablar por dias y no terminaríamos, pero se lo puedo resumir: mientras los supuestos errores o pifias de Trump la ponderaban, mientras que Biden l(y su delincuente hijo) lo encubren. Cabe preguntarse por qué.
Rafael L. Olivo