HIGUEY.- La muerte del empresario higüeyano y teniente retirado de la Policía Nacional, Luis Robles, conocido como “Papín Tuko” se debió a múltiples golpes que recibió en el tórax, en la parte lumbar y en la nuca, según el informe preliminar del Instituto de Ciencias Forense (Inacif).
De acuerdo a las autoridades, no se abrió la bolsa de seguridad de la jeepeta marca Lexus en la que circulaba la madrugada del pasado domingo, cuando se estrelló con una pared en la avenida Altagracia.
El Ministerio Público tomo el curso de la investigación de la muerte luego de que circulara en las redes sociales una fotografía que hacía entender que el fallecido tenía un orificio en el lado derecho del tórax.
Más tarde, los juristas determinaron que la perforación en la camisa se trató de uno de los golpes que recibió en el impacto, a pesar de que están abiertas las pesquisas, para ofrecer un informe final del suceso.
Robles recibió sus honras fúnebres este lunes en la funeraria Sharai y posteriormente fue sepultado en el cementerio de Matachalupe, donde amigos, familiares y allegados resaltaron sus cualidades.
Accidente
El repentino accidente ocurrió en momentos en que Robles y su pareja Lisaneth Diaz de 24 años, se dirigían a su casa, tras compartir con amigos en la centro de diversión “Mama Juana” ubicada en el centro de Higuey.
En tanto que la pareja de Robles, quien conducía la jeepeta que se accidentó, se encuentra recibiendo asistencia, tras ser operada en la clínica Doctor Perozo de esta ciudad.
El suceso ha llamado la atención debido a que el accidente ocurrió a unos 100 metros del solar donde estaba el local de la iglesia Tabernáculo de Avivamiento, con la que el empresario mantenía una discusión, que llevó al desalojo de la misma.
Según testigos, hace unos 18 años, Robles había relatado que donó en un acto público el solar para la iglesia tras convertirse al evangelio, pero, quedó pendiente el pago de una cuota en el banco, al no hacerse ni atenderse a notificaciones, intimaron al empresario y tuvo que vender una propiedad para pagar.
Luego una jueza lo favoreció con una sentencia de desalojo, retomó la propiedad del inmueble y se congregó en otra iglesia.