Cumbre histórica, cumbre de la pospandemia, cumbre de la posguerra y cumbre del cambio. Estos fueron los calificativos que usó el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo De Sousa, en un Conversatorio de Jefes de Estado y de Gobierno que anticipó el cierre del XIV Encuentro Empresarial Iberoamericano, que congregó el jueves y viernes de la semana pasada a unos 1,500 empresarios de 22 países.
l final, ¿qué resultó de dos días de análisis en continuos paneles en el Centro de Convenciones de San Soucí, que versaron desde asuntos de género hasta transición energética? Diez compromisos plasmados en un manifiesto, en cuya redacción introductoria se anticipa un reto: recuperar el atractivo de la región como destino de inversiones mundiales, “que ha retrocedido un 7 % en los últimos diez años en materia de inversión extranjera directa”.
Manifiesto: “Compromiso Iberoamericano con la inversión”
1 Nos comprometemos a seguir apostando por los países de Iberoamérica, a través de una mayor y mejor inversión que aumente nuestro potencial de crecimiento y genere empleos de calidad.
2 Apostamos por un nuevo pacto social, que promueva las alianzas público-privadas y comprometa a todos los actores con el desarrollo sostenible, procurando retomar el crecimiento sin dejar a nadie atrás.
3 Nos comprometemos con la defensa de los derechos de propiedad y la libertad de empresas, instrumentos claves para reducir los costes de transacción, mejorar la asignación de recursos y estimular la innovación.
4 Asumimos el reto de la transformación digital de nuestra región, impulsando la mejora de nuestra productividad y competitividad, superando brechas y alentando la innovación y el emprendimiento.
5 Nos comprometemos a invertir en el desarrollo de capital humano, haciendo nuestro aporte en formación y asistencia técnica.
6 Reconocemos los desafíos en materia de desarrollo de infraestructuras y manifestamos nuestra disposición a colaborar en los grandes proyectos que integren y conecten Iberoamérica.
7 Reconocemos la existencia de significativas brechas de género que condicionan el desarrollo de nuestras sociedades y asumimos el compromiso de promover una mayor integración de la mujer en el ámbito empresarial, evitando toda forma de discriminación arbitraria.
8 Animamos a promover la transparencia y la ética pública y privada para alentar la inversión y mejorar la percepción de confianza de nuestras sociedades.
9 Nos comprometemos a invertir en empresas y proyectos que generen un triple impacto positivo -económico, social y ambiental– alentando el cuidado del medioambiente, la inclusión social y la transición energética.
10 Trasladamos un mensaje claro sobre el papel de las empresas en nuestras sociedades y en nuestra región, esta gran Iberoamérica de todos: sin iniciativa privada no hay desarrollo. Los empresarios no somos el problema, sino la solución.