Tiro al blanco
Rafael L. Olivo
Cuando vemos las explicaciones que dan los medios de izquierda sobre el apoyo del magnate Elon Musk a Donald Trump, notamos que se inventan todo tipo de teorías, tratando de ocultar, obviar o desviar la atención de la realidad.
Entre esas teorías dicen que la única razón de ese apoyo reside en el hecho de que “hará grandes negocios y mucho dinero” con Trump como presidente, pero ocultan algunos datos relevantes:
1- Elon Musk NO necesitaba que Trump ganara las elecciones para hacer negocios dentro o fuera del Gobierno Americano, dado que es el líder en prácticamente todos los rublos en los que se manejan sus empresas, por ejemplo:
– Space X: no tiene rival en la industria espacial, ni siquiera Boeing, Virgin Galactic ni ninguna otra se le acerca.
– Tesla: es la líder en ventas y ganancias, no solo de vehículos eléctricos, sino de vehículos en general.
– Star Link: con sus casi 6.500 satélites en órbita y planes de poner más de 40.000 en total, es la más grande empresa de comunicación satelital del mundo.
2- ¿Quién en su sano juicio se arriesgaría apostar por alguien en la oposición y que podía perder las elecciones, cuando ya hacía negocios con el gobierno y lo único que tenía que hacer era continuar alineado y darle dinero para campaña a ambos candidatos?
Mirando el tema con ojos críticos, no hay que ser Einstein para darse cuenta que algo no cuadra.
La real razón de ese viraje de Elon Musk hacia Trump, fue el hecho de que, según sus propias palabras: “el virus woke mató a su hijo Xavier”, y el se propuso acabar con ese maldito virus.
Woke es el término con que se conoce a la “ideología de género” que promueve agresivamente la homosexualidad en las escuelas, llevándole “drag queens” a los niños a los centros educativos, para show y/o lecturas de libros, promoviendo que ningún niño tiene género, vistiendo niños como niñas y viceversa, leyéndoles historias gays, etc. sembrando y alimentando así la duda en los menores, llevándoles a cuestionarse si son varones o hembras y haciéndoles inclinar hacia el “cambio de sexo”.
Eso justamente le pasó a su hijo, con el agravante de que él se siente culpable, ya que le sugirieron un tratamiento para su hijo, que resultó ser un procedimiento de cambio de sexo, asegurándole que, “de no aprobarlo, su hijo terminaría muerto.”
Cuando se dio cuenta de lo que hizo, su arrepentimiento, enojo y odio creció contra el Partido Demócrata, principal promotor del “wokismo” en Estados Unidos, y es por eso que une fuerzas con Trump para destruirle.