Un grupo armado vestido de camuflaje desató el terror en el auditorio municipal de Crocus, en Moscu, Rusia, dejando un saldo devastador de al menos 60 muertos y más de 100 heridos, con niños entre las víctimas.
Este ataque, que se desplegó en medio de una multitud de 6,200 asistentes a un concierto del grupo de rock Picnic, ha sumido a la ciudad en un estado de alerta elevada, mientras las autoridades despliegan un masivo operativo de búsqueda para capturar a los responsables.
El Estado Islámico se ha responsabilizado de esta tragedia a través de un mensaje en Telegram, un detalle que añade una capa de complejidad al ya tenso panorama de seguridad en la capital rusa.