REDACCION.- La pechuga de pollo se ha consolidado como uno de los alimentos más recomendados por nutricionistas y especialistas en salud, debido a su alto contenido de proteínas y bajo aporte calórico. una porción de 100 gramos sin piel aporta 32 gramos de proteína y apenas 160 calorías, lo que la convierte en una opción ideal tanto para quienes buscan ganar masa muscular como para quienes desean mantener una dieta equilibrada. además, es rica en vitaminas del complejo b —como la B6 y la B3— esenciales para la producción de energía, neurotransmisores y el buen funcionamiento cognitivo, lo que la coloca en una posición privilegiada frente a otros cortes de carne.
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más allá de su bajo contenido en grasas y su aporte proteico, la pechuga de pollo también ofrece beneficios cardiovasculares al contener ácidos grasos saludables como el oleico y linoleico. sin embargo, los expertos advierten que sus ventajas se perciben sobre todo cuando sustituye carnes rojas y procesadas en la dieta. si bien la pechuga destaca por su eficiencia nutricional, otros cortes del pollo —como los muslos y las patas— también aportan micronutrientes valiosos, como hierro, zinc y vitamina b12, por lo que una dieta balanceada puede beneficiarse de la combinación de ambas opciones.
