REDACCION.- A partir del año fiscal 2025, el Gobierno de Estados Unidos implementará una nueva “tarifa de integridad de visa” de al menos 250 dólares para viajeros temporales que requieran visa, como turistas, empresarios y estudiantes. Esta medida, establecida por la administración Trump a través de una ley de política interna, busca reforzar la seguridad migratoria y la aplicación de leyes, aunque ha generado críticas del sector turístico por el posible impacto económico que tendrá en la llegada de visitantes internacionales.
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Puntos clave de la nueva tarifa:
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Monto mínimo establecido: La tarifa tendrá un valor inicial no menor de 250 dólares, con posibilidad de ajustes anuales conforme al índice de inflación.
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Aplicación a partir del año fiscal 2025: La medida entrará en vigor el 1 de octubre de 2024, fecha en la que inicia el nuevo año fiscal federal en Estados Unidos.
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Grupos de viajeros impactados: La disposición afectará a turistas, empresarios, estudiantes internacionales y demás solicitantes de visas de no inmigrante.
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Exclusiones previstas: Quedarán exentos de este pago los ciudadanos de países acogidos al Programa de Exención de Visas (Visa Waiver Program). No obstante, la tarifa del formulario ESTA podría elevarse hasta 40 dólares, casi el doble de su precio actual.
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Obligatoriedad y momento del pago: El monto deberá ser abonado al momento de la emisión de la visa, sin contemplarse exenciones por categoría o nacionalidad.
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Posibilidad de reembolso: Aquellos viajeros que cumplan estrictamente con los términos de su estadía podrán solicitar un reembolso. Sin embargo, las autoridades aún no han definido los procedimientos para acceder a dicha devolución.
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Objetivo declarado por el Gobierno: De acuerdo con el Departamento de Seguridad Nacional, esta tarifa busca fortalecer el control migratorio, reducir el número de estancias irregulares y financiar operaciones de seguridad fronteriza.
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Reacción del sector turístico: La Asociación de Viajes de Estados Unidos manifestó su rechazo a la medida, calificándola como “una barrera financiera innecesaria” que podría afectar negativamente la llegada de visitantes internacionales.