REDACCION.- Una ofensiva aérea masiva por parte de Rusia sacudió a Ucrania la noche del jueves, con el lanzamiento de más de 500 drones y al menos 11 misiles, incluido un Kinzhal hipersónico, en uno de los ataques más intensos desde el inicio de la guerra. El bombardeo coincidió con una llamada entre Donald Trump y Vladímir Putin, en la que el presidente estadounidense expresó su frustración por la falta de avances diplomáticos. Las fuerzas ucranianas lograron derribar 270 objetivos, mientras que otros 208 fueron neutralizados por interferencias electrónicas. Aun así, al menos 63 drones y 9 misiles impactaron en ciudades como Kiev, Dnipropetrovsk y Járkov, dejando 23 heridos.
El presidente Volodímir Zelenski calificó la ofensiva de “deliberadamente masiva y cínica” y acusó a Rusia de no tener intención alguna de poner fin al conflicto. Pidió mayor presión internacional, incluyendo sanciones más severas y ataques directos a la economía e infraestructura rusa. Las alarmas antiaéreas se mantuvieron activas durante más de ocho horas en Kiev, mientras las autoridades siguen combatiendo incendios y retirando escombros. El ataque ocurre en medio de la pausa de Estados Unidos en el envío de misiles Patriot a Ucrania.
