Tiro al blanco
Por Rafael L. Olivo
Para nadie es un secreto que Trump odia gastar dinero en guerras en el extranjero, que luego terminarán alimentando los bolsillos de sus enemigos en Estados Unidos con la ventas de armas, enemigos que precisamente le odian por su animadversión a las guerras, lo cual le convierte en un peligro para sus negocios, formando un curioso círculo vicioso, sin embargo, si hay una guerra que Trump mira con especial desprecio es la de Ucrania ¿por qué?
Comencemos diciendo que desde antes de dar inicio la Guerra de Ucrania, ya había sospechas de que el gobierno demócrata de Barack Obama preparó ese escenario con el golpe de estado del 2014 en dicho país, donde, por “coincidencia”, estuvo la ex portavoz del Departamento de Estado, Victoria Nuland, “apoyando” a los que daban dicho golpe.
También están los líos de Hunter Biden, hijo del actual presidente norteamericano, quien ha estado vinculado a negocios un tanto turbios en Ucrania, durante la época en que su papá era vicepresidente, negocios que, cuando intentaron investigar la corrupción que de los mismos emanaba, Joe Biden hizo que despidieran al fiscal ucraniano que llevaba el caso, luego, cuando Trump pidió a Zelenski que lo investigara la turbieza en dicho negocios durante una llamada telefónica, en vez de ser Hunter Biden el investigado, los demócratas se las arreglaron para voltear la torta, y fue Donald Trump quien salió siendo investigado y casi destituido a través de un “impeachment” impulsado por dicho partido en el Congreso por dicha llamada.
Para Trump el caso de Ucrania es personal, le cae mal Zelenski, le caen mal los Biden, le cae mal el hecho de que la guerra no es más que una excusa para llenar de dinero los bolsillos de los mismos corruptos que intentaron hundirlo, comenzando por el mismo Zelenski, y nada de eso entre dentro de sus intereses y, según su filosofía, tampoco dentro de los intereses de los Estados Unidos.
En fin, retirarle el apoyo y dejar que Zelenski se hunda sera la más rápida, dulce, fácil y barata venganza que Trump podrá disfrutar.
En resumen, le dará a Zelenski y a todo aquel que haya servido de peón o tonto útil de los demócratas y los “halcones de guerra”, una lección que nunca olvidarán. Escuché que, si Trump retira su apoyo económico, técnico y militar de la guerra, Europa seguiría apoyando a Ucrania hasta el final, eso lo veo sumamente difícil, dado que Europa, sin guerra alguna, apenas tiene capacidad para sobrevivir a su propia crisis.