La Dirección General de Migración se enfrenta a una seria acusación tras la denuncia de que un agente del organismo habría violado a una menor haitiana de 14 años durante un operativo en Verón, Punta Cana. El incidente, que ocurrió mientras los padres de la joven trabajaban, fue revelado cuando el agente, quien usaba un pasamontañas, supuestamente aprovechó la ausencia de otros oficiales para cometer el acto. Tras el abuso, el agente llevó a la víctima a un centro de detención de inmigrantes y luego la regresó a su casa, amenazándola para que guardara el silencio.
La situación ha provocado una investigación inmediata por parte de la Migración, con promesas de tomar medidas drásticas si se confirma la culpabilidad del implicado. El caso ha sido llevado a la Unidad de Atención a Víctimas de Violencia de Género, Intrafamiliar y Delitos Sexuales, mientras la comunidad local y activistas exigen transparencia y justicia. Este incidente ha resaltado el miedo persistente entre los inmigrantes indocumentados a denunciar abusos, aunque la decisión de hacer pública esta acusación marca un punto de inflexión en la lucha contra la impunidad en casos de abuso de autoridad.