Este miércoles, la tragedia del carnaval de Salcedo profundizó su huella al cobrar la vida de César Polonia, un adolescente de 15 años, marcándolo como la sexta víctima del devastador incendio. César estaba recibiendo cuidados intensivos en el Hospital Infantil Dr. Robert Reid Cabral, luchando valientemente por su vida. Cinco días antes, Mabel Jones, la directora del hospital, había compartido su impresión sobre la crítica situación de cuatro niños ingresados en la unidad de quemados, quienes, debido al inmenso dolor provocado por sus heridas, se encontraban bajo coma inducido. La directora reveló que las lesiones afectaban entre el 37% y el 80% de sus cuerpos, con pronósticos especialmente complicados para aquellos con mayores porcentajes de quemaduras.
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Los sobrevivientes enfrentan un largo camino hacia la recuperación, con secuelas permanentes en brazos y manos, partes del cuerpo que resultaron severamente dañadas al intentar protegerse del fuego. Según Jones, la prioridad inmediata es asegurar la salud de estos jóvenes y evitar riesgos adicionales para sus vidas, anticipando un proceso de rehabilitación extenso y desafiante. Esta serie de eventos resalta no solo la vulnerabilidad de los afectados sino también la resiliencia y el esfuerzo del personal médico por brindar esperanza en medio del dolor.