Loren Montefusco, una joven de 22 años de Carolina del Sur, lucha contra una rara afección conocida como urticaria acuagénica, que le provoca una intensa necesidad de rascarse tras el contacto con el agua. Diagnosticada hace tres años, esta condición la obliga a limitar su exposición al agua, afectando actividades cotidianas como ducharse. A pesar de la falta de una cura, Loren busca maneras de aliviar los síntomas, como acortar el tiempo bajo la ducha y cubrirse rápidamente para reducir la picazón provocada por el aire frío.