El “Progresismo Ideológico de Izquierda”: un cáncer en las universidades

LO QUE NO TE CUENTAN

Rafael L. Olivo

Un estudio llevado a cabo por especialistas y del cual se hace eco el diario ABC, ha causado estupor, por la impactante y negativa realidad en que se desenvuelven los estudiantes universitarios en Estados Unidos. Según este estudio, 9 de cada 10 estudiantes fingen tener ideas típica de la izquierda, solo para “encajar”, lo que se traduce en que tienen miedo de external sus propias opiniones, ya que podrían ser atacados o expulsados de sus círculos habituales, por la intolerancia de ciertos grupos. El temor es tal, que ni siquiera en la intimidad son sinceros sobre sus ideas políticas o ideológicas, tal y como dicen los especialistas: “Muchos estudiantes evitan hablar de sus valores incluso con amigos cercanos y casi la mitad oculta sus creencias en sus relaciones íntimas. «Esto no se trata simplemente de presión social, sino de regulación de la identidad a gran escala, y se está institucionalizando», afirman”.

Algo lamentable, y tal como dice la publicación, es que en público, los estudiantes repetían las ideas progresistasesperadas, mientras que, en privado, sus opiniones eran mucho más complejas. El 87% se identificó como heterosexual y defendía un modelo binario de género, y el 77% no estaba de acuerdo con que la identidad de género prevalezca sobre el sexo biológico en ámbitos como el deporte o la salud, pero nunca lo diría en voz alta.

El artículo termina con este ilustrativo párrafo: “Y su conclusión es clara: «Para que la educación superior cumpla su promesa como espacio de desarrollo intelectual y moral, debe reaprender la diferencia entre apoyo y supervisión. Debe volver a centrar la verdad —no el consenso— como su valor fundamental. Y debe devolver a los estudiantes lo que les ha quitado: el derecho a creer y el espacio para desarrollarse». En otras palabras, la universidad debería ser un taller de pensamiento y libertad, no un escenario de actuación constante”.

Sorpresa para nadie, ya que desde hace tiempo hemos sabido que las universidades eran cultivos masivos de izquierda, lo que no sabíamos es que los estudiantes se sienten presionados y que muchos sólo le dicen a los profesores lo que necesitan escuchar, con tal de conseguir sus preciosas buenas notas.