Amaya Elizabeth Espinal, de origen dominicano y nacida en Nueva York, fue coronada ganadora de la séptima temporada del reality Love Island USA, junto a su pareja Bryan Arenales. Conquistaron al público por su química, carisma y autenticidad, llevándose a casa el premio mayor de 100 mil dólares en la gran final transmitida el pasado domingo 13 de julio por Hulu. La joven enfermera cardióloga, modelo e influencer, de 25 años, se identificó con orgullo como “dominicana de pura cepa”, una frase que rápidamente se volvió tendencia en redes sociales.
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Espinal anunció que parte del premio será donado a una organización benéfica como muestra de su compromiso social, mientras que su pareja, Bryan Arenales, de raíces puertorriqueñas y guatemaltecas, también destacó por su personalidad carismática y conexión con la comunidad latina. Ambos no solo se alzaron como ganadores del show, sino también como símbolos de representación y orgullo para los latinos en la televisión estadounidense.
