REDACCION.- Un jurado del Condado Orange, Florida, otorgó un veredicto de 310 millones de dólares a los padres de Tyre Sampson, un adolescente de 14 años que falleció en 2022 al caer desde la atracción Orlando Free Fall en Icon Park. El fabricante austriaco de la atracción, Funtime, fue considerado responsable de negligencia grave al no garantizar medidas de seguridad adecuadas. La sentencia, que destina 155 millones de dólares a cada padre, se emitió después de que Funtime no compareciera en el juicio. Icon Park, por su parte, ya había llegado a un acuerdo con la familia por una cantidad no revelada. Los abogados de los padres señalaron que el accidente fue resultado de priorizar las ganancias sobre la seguridad, destacando que un simple cinturón de seguridad, que habría costado solo 660 dólares, pudo haber evitado la tragedia.
El fatídico accidente ocurrió cuando Sampson, un joven de 1.9 metros de altura y 172 kilogramos, fue expulsado del juego debido a un arnés que no cerró correctamente. El incidente llevó al cierre definitivo de la atracción, que actualmente está siendo demolida. La familia ahora debe buscar una orden en un tribunal austriaco para cobrar los daños. Este caso subraya la importancia de implementar medidas de seguridad rigurosas en los parques de atracciones para prevenir tragedias similares y garantizar la protección de los visitantes.