Te has llevado a Gandhi/eres muerte, yo también

OTEANDO

Emerson Soriano

En un esfuerzo, a buen seguro imposible, por asumir alteridad respecto de mi hermano Fidias Federico Aristy Payano, que ha perdido a su hijo, mi sobrino Gandhi Aristy, he escrito este poema nacido de ese dolor compartido por su ida a destiempo que, por qué no, también constituye mi sentido adiós a ese ser tan especial que fue nuestro querido Gandhi._

¿Dónde estás Muerte, en mí, en él o en todos? ¿Dónde estás tirana de mi tiempo, taimada de mis sueños, alevosa que desposees y matas sin misericordia? ¿De qué subterfugio cruel te has valido para distraer mi celo y violar el cofre de mis joyas, robando ese diamante tallado con mi amor, pulido con mis anhelos?

¿Por qué me persigues y destruyes sin vencerme, por qué se te antoja lo que amo y no yo? Has venido a reafirmar en mí tu ego y señorío. A regodearte en mi tortura, a ser más tú, una y otra vez tú, muchas veces tú en el dolor, en mi dolor. Vienes a cebarte en la ajena bondad por carecer de una propia. Ingeniosa y astuta para el combate, has encontrado, por fin, el atajo eficaz para emboscarme y, con tú guadaña perversa, hendir mi espíritu, agotado por tu acecho y persecución,

Has sitiado mi alma. Me has tendido el cerco del que no podré salir, que vuelve inútil mi lucha. Puedes celebrar, soy por fin tu “Muselmann”. Desde ahora espero mi turno, pero sin temores. El culmen de tu éxito será el alivio de mis días, cuando me convierta en ti, cuando apenas si sea una amapola más en tu lúgubre jardín. Te has llevado mi escudo, dejándome el yelmo, que solo sirve para ocultar la tristeza, nunca para evitar tus heridas, porque, al final de cuentas, “siempre serás tú la gran vencedora”.

De modo que, lo has logrado, no quiero más tu fingida y engañosa compasión. Atácame a mí, una y otra vez. Ataca hasta el aniquilamiento. Ya no te temo más, porque descubrí que soy tú y eres yo. Te has llevado a mi Gandhi. Tú eres muerte, yo también.