sábado, junio 21, 2025
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Salarios bajos y el sindicalismo dominicano: ¿Estupidez o complicidad?

Tiro al blanco

Rafael L. Olivo

Veo con asombro como cada cierto tiempo el empresariado y el sindicalismo dominicano (con el Gobierno como mediador) se reúnen para discutir el “salario mínimo”, donde los sindicalistas van a mendigar un pírrico aumento, y los empresarios ponen todas las trabas para bloquearlo. Pero ¿son tan idiotas los sindicalistas que se no se enteran que si no fuera por la sobreabundancia de mano de obra barata que provee el desorden migratorio los salarios subirían sin necesidad de reuniones, exigencias, demandas o huelgas? ¿O son cómplices y solo hacen una pantalla o teatro cada cierto tiempo para mantenerse vigentes?

Como ya hemos explicado antes, las súper conocidas leyes del mercado de la oferta y la demanda, son las que rigen el precio de los productos o servicios, a saber: a una mayor oferta de un bien o servicio y menor demanda, menores precios, pero por el contrario, menor oferta de ese bien o servicio contra una mayor demanda, esto se traduce en mayores precios.

Las mismas leyes rigen para el mercado laboral, de ahí se entiende con perfecta claridad que, desde que se habla de deportaciones de haitianos, los empresarios ponen “el grito al cielo”, y presionan por todos los medios posibles para que eso no suceda, ya que no se pueden permitir que sus esclavos sean deportados, ya que desean continuar pagando salarios de hambre permanentemente, y la ausencia de los mismos, les obligaría a pagar salarios justos, lo que para ellos es una abominación.

Ahora bien ¿cómo entra el sindicalismo en la ecuación?
Todos sabemos (o creemos saber) que la función de un sindicato es velar por las óptimas condiciones laborales de sus asociados, y el factor principal para que esas condiciones sean óptimas, es un salario justo, el cual, a pesar del crecimiento económico del país, se ha mantenido deprimido ¿por qué?

Sencillamente porque como ya hemos explicado, la sobreabundancia de mano de obra barata, le permite a los empresarios darse ese lujo, obteniendo pingües beneficios del desorden migratorio.

El hecho de que una gran parte de liderazgo sindical es en realidad también empresario, o viven de los jugosos ingresos que los empresarios les pagan a los sindicatos, productos de descuentos hechos anteriormente a los mismos trabajadores, añadido al hecho de que ese liderazgo nunca ha atacado el problema principal (la migración ilegal), nunca siquiera se ha pronunciado al respecto, me hace ver que en realidad son cómplices del desorden y de la desgracia del trabajador dominicano


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