¿A dónde se ha ido el crecimiento económico?

Tiro al blanco

Rafael L. Olivo

Para los líderes políticos es un orgullo decir que durante sus mandatos, el país ha crecido económicamente, lo cual no es falso, salvo el periodo 2003-2005, por la crisis bancaria, el país ha estado creciendo alrededor de un 5% económicamente cada año, sin embargo, las clases menos favorecidas se siguen quejando de que aún no les alcanza para comer, y el gobierno tiene que darle bonos y subvenciones a más de un millón y medio de dominicanos.

Para nadie es un secreto que el salario promedio en el país no pasa de los 400 dólares, y mucha gente no gana lo suficiente para alimentarse decentemente, por lo que cabría preguntarse: si el país es más rico cada día ¿a dónde va esa riqueza?

La respuesta la encontramos en el mercado laboral, donde por causa de un exceso de mano de obra, los salarios se han congelado en el tiempo, dependiendo, no de la normal revalorización de la mano de obra producto de la necesidad, el crecimiento y la tecnificación, si no de “la buena voluntad del gobierno y la “comprensión” de los empresarios para hacer aumentos.

Es por esta razón que desde que se habla de deportar haitianos y poner la migración en orden, los empresarios inmediatamente “ponen el grito al cielo”, dado que el crecimiento del país, bajo este esquema, ha ido a parar a los bolsillos de dichos empresarios, a quienes no le criticamos que sean productivos, lo que sí le criticamos es que lo quieran hacer exclusivamente a costa de los estómagos de los trabajadores, perjudicando gravemente el desarrollo humano de nuestros ciudadanos y, por vía de consecuencia, del país, al querer seguir pagando salarios de miseria eternamente.

Es falso que este país no se puede desarrollar sin haitianos (legales o ilegales), lo que sí es cierto es que tendrán que pagar más y ganar un poco menos, sobre todo esos empresarios que, por ejemplo, construyen villas y apartamentos a pagando salarios de haitianos, y los venden a precios de Miami.