REDACCION.– En una jornada marcada por la emoción y la unidad global, cientos de miles de personas despidieron este sábado en Roma al papa Francisco, fallecido apenas unos días después de su última misa de Pascua. El funeral, que congregó a más de 200,000 asistentes en la plaza de San Pedro, fue oficiado por el cardenal Giovanni Battista Re, quien destacó el legado de fraternidad y misericordia que el pontífice dejó en la Iglesia y el mundo. Bajo un sol radiante, fieles y líderes de todo el planeta, entre ellos Donald Trump, Volodímir Zelenski, los reyes de España y el presidente dominicano Luis Abinader, se reunieron para honrar su vida y misión.
Tras una misa sencilla y emotiva, siguiendo el deseo del propio Francisco, su féretro recorrió las calles de Roma en un papamóvil abierto, permitiendo a la multitud darle un último adiós. El cuerpo fue sepultado en la Basílica de Santa María La Mayor, en una ceremonia íntima que selló el legado de un papa que llevó a la Iglesia “a la calle” y que, como en su último abrazo desde el Vaticano, pidió rezar siempre por la humanidad.