REDACCION.- Sorángel Peña no pudo superar la pérdida de sus hijos, Leovanny y Giguendon Peña Rojas, asesinados en mayo de 2024 en una lavandería en Pensilvania, Estados Unidos. Diez meses después, falleció en su comunidad de Los Brazos, Jamao al Norte, Espaillat, donde sus familiares afirman que la tristeza la consumió hasta ser diagnosticada con cáncer en la sangre. Su velorio se realizó en la casa que sus hijos le construyeron y fue sepultada junto a ellos, cumpliendo su último deseo de permanecer juntos.

Los hijos de Sorángel Peña
El alcalde Jairo Morillo y la comunidad expresaron su dolor ante esta nueva tragedia, describiéndola como una pérdida irreparable. Mientras tanto, su esposo Geovanny Peña, padre de los jóvenes, se encuentra en Estados Unidos atendiendo la audiencia del caso contra Wilbert Peña Ruiz, el hombre acusado de asesinar a sus hijos. La audiencia fue aplazada para el 17 de marzo, prolongando el calvario de una familia que ha sido golpeada por el dolor y la injusticia.
Nota: En el lenguaje coloquial dominicano y en algunas regiones del Caribe, se usa la expresión “la mató la precundia” para referirse a alguien que falleció por tristeza, depresión profunda o sufrimiento emocional extremo, generalmente tras una pérdida irreparable. Se asocia con la idea de que el dolor, la angustia o la pena intensa pueden afectar la salud de una persona hasta el punto de debilitarla o llevarla a la muerte.