SAN JUAN, PR.- Jenniffer González Colón asumió el jueves como nueva gobernadora de Puerto Rico en una ceremonia marcada por la persistente crisis energética que afecta a la isla. González, del Partido Nuevo Progresista, inicia su mandato con el compromiso de estabilizar la frágil red eléctrica, mejorar la infraestructura y fortalecer sectores clave como la educación y la salud. La gobernadora reconoció los retos inmediatos durante su primer discurso, donde aseguró que gobernará para todos los puertorriqueños, más allá de líneas partidarias. Sin embargo, la ceremonia se vio empañada por manifestaciones ciudadanas que reflejan el descontento generalizado con la situación actual, agravada por los recientes apagones que han dejado a miles de personas sin electricidad durante días festivos.
La nueva administración de González hereda una economía en proceso de recuperación, con una deuda pública aún pendiente de reestructuración y desafíos urgentes en materia de seguridad, acceso a la vivienda y servicios básicos. Además, la gobernadora enfrenta la presión de mejorar las condiciones de vida de los puertorriqueños mientras impulsa la estadidad de la isla como eje central de su agenda política. A pesar de las dificultades, sus seguidores mantienen la esperanza de que, como madre y líder, González priorice las necesidades de la población más vulnerable. La atención ahora se centra en sus primeros pasos para abordar la crisis energética y cumplir las promesas que definieron su campaña.