Utqiagvik, Alaska, ha entrado en su emblemática «noche polar», un fenómeno natural que se extiende desde noviembre hasta finales de enero. Durante 66 días, el sol no aparece en el horizonte, dejando a la región sumida en una oscuridad constante, aunque con un breve período de crepúsculo civil al mediodía. Este fenómeno único forma parte del ritmo anual de vida en la ciudad más septentrional de Estados Unidos.
Los residentes de Utqiagvik han desarrollado estrategias para adaptarse a esta falta de luz prolongada, desde ajustes en su rutina diaria hasta formas de preservar la salud mental. Sin embargo, el cambio climático está afectando la duración y características de la noche polar, provocando alteraciones en los ecosistemas y en la vida diaria de los habitantes. Este fenómeno resalta tanto los desafíos como la resiliencia de quienes viven en estas condiciones extremas.