VERON .- Luis Alberto Lizardo Acosta, mejor conocido como «Colmado Luis», fue un comerciante muy respetado y querido por los habitantes de Verón. Llegó desde el Cibao hace más de 25 años y se convirtió en una figura emblemática de la comunidad. Su colmado, una referencia casi nacional, era el lugar donde los transeúntes y choferes dejaban paquetes o se bajaban de las guaguas de pasajeros. Durante su tiempo en el distrito, su negocio fue un punto clave para la compra de provisiones y el intercambio comercial con otros comerciantes de la zona. Su trayectoria como hombre honrado y visionario lo convirtió en un pilar para quienes acudían a él en busca de ayuda, especialmente en momentos difíciles.
Don Luis era visto como un amigo solidario que apoyaba a los trabajadores cuando no tenían suficiente para sus familias. Su colmado, un referente para muchas generaciones, permanece en la memoria del pueblo, a pesar de que el negocio ya no existe. En honor a su legado, el Proyecto (Ú), quien es dirigido por el regidor Uridy Marte, ha propuesto nombrar una calle en su nombre, justo en la esquina donde operó su colmado. Este reconocimiento no solo es por su éxito como comerciante, sino también por su dedicación a los más necesitados y su profundo apego al pueblo, aunque no haya nacido en Verón. Aunque su vida fue truncada por la violencia, su legado de trabajo duro, servicio y valores sigue vivo en la comunidad, y es recordado con cariño por quienes lo conocieron y por nuevas generaciones que preguntan sobre aquel hombre que dejó una huella imborrable.