A los partidos de izquierda y sus medios de comunicación globalistas, les encanta etiquetar de “populistas” a los candidatos y/o políticos de derecha, sobre todo cuando hablan de migración y economía, a pesar de que ellos son los verdaderos populistas.
Lo hemos visto recientemente cuando Milei prometió cerrar ministerios, cancelar pagos a periodistas y vender empresas del Estado que han sido nidos de parásitos que han cobrado sin trabajar por décadas, en detrimento del pueblo argentino, todo ello para recuperar la economía argentina.
También con Donald Trump, cuando dijo que la migración ilegal era perjudicial para la seguridad y la economía de Estados Unidos, no faltaron los medios atacando a Trump las 24 horas con eso, y editando los vídeos y/o audios maliciosamente para hacerlo ver mal, por ejemplo, quitando la palabra “ilegal” luego de “migrantes, lo que lo hacía ver que iba contra todos los migrantes, legales o ilegales.
Sin embargo, cuando hace poco más de un año, Eric Adams, el afroamericano izquierdista alcalde de Nueva York, al comprobar la razón del ex presidente de Estados Unidos, repitió las mismas palabras de Trump sobre los migrantes, nadie dijo nada, incluso, el fue más lejos y dijo, cito: “los migrantes van a arruinar vuestros barrios”. Si es Trump dice eso, los medios lo fríen en aceite.
Ahora Joe Biden, quien no engaña a nadie, ya que todo el mundo sabe que patrocina la inmigración ilegal, a sabiendas de que esos migrantes ilegales desde que consiguen nacionalizarse votan por los demócratas junto a sus familiares en el entendido de que eso les conviene, dado que eso le venden los medios, ahora, con las elecciones a la vista, al darse cuenta que la mayoría de los estadounidenses ha comprobado los pronósticos de Trump sobre el problema migratorio, y sabiéndose perdido por esa y otras causas, realiza la movida más hipócrita que se le pudo haber ocurrido: ha ordenado el cierre de La Frontera, restringiendo drásticamente la migración ilegal.
Los izquierdistas, cuyos sueños globalistas, de diversidad e integración forzosa y sustitución de poblaciones enteras en países desarrollados, que en el fondo saben que es solo para atraer al electorado, pero que una vez ganadas las elecciones el desorden seguirá igual, no dicen nada o se lo aplauden, siendo tan hipócritas como Biden.
En fin, ya es tarde, el mundo occidental despertó, y cada vez hay menos ilusos que se dejen engañar por el cáncer social llamado “izquierda”.
Rafael L. Olivo