Nayib Bukele ha iniciado su segundo mandato como presidente de El Salvador en una ceremonia que destacó por su grandiosidad y la fuerte presencia de figuras políticas y diplomáticas. La toma de posesión se llevó a cabo en el Teatro Nacional, donde Bukele y el vicepresidente Félix Ulloa recibieron sus credenciales del Tribunal Supremo Electoral para el período 2024-2029. Bukele fue reelecto con el 84.65% de los votos, consolidando un poder casi absoluto, aunque no sin controversias respecto a la legalidad de su reelección y su enfoque en la seguridad.
El desafío principal para Bukele en este nuevo mandato es mantener la seguridad en el país y cumplir con sus promesas de prosperidad económica, en un contexto donde su lucha contra las pandillas ha reducido significativamente las tasas de homicidios, pero ha suscitado críticas por las violaciones a los derechos humanos. La ceremonia de toma de posesión reflejó tanto la popularidad del presidente como las preocupaciones sobre su estilo de gobierno autoritario.