¿Populismo judicial?
Por: Emerson Soriano
En mis años de bachillerato fui lo que -en aquellos tiempos- se llamaba practicante de medicina, en el hospital de mi pueblo, Dajabón. El practicante era una persona a la que, en muchos casos, no se le exigía más que la voluntad de aprender a inyectar, hacer suturas, curar forúnculos “picar” abscesos y otras destrezas básicas de los servicios de salud. Incluso, algunos de estos personajes llegaron a ser nombrados, por hacer proselitismo en favor del presidente Balaguer, con sueldo de hasta RD$80.00, lo cual era un lujo a la sazón. Con todo, en mi caso, pertenecí a un grupo de estudiantes que pretendió tener vocación para estudiar medicina y, en el ánimo de ponernos en contacto con la profesión antes en entrar a realizar los estudios superiores para obtener el grado de doctor en medicina, logramos ser aceptados por la dirección del hospital a prestar tales servicios. Recuerdo que, en aquellos tiempos, se decía que los médicos tenían licencia para matar. Y de cierta forma era así. Fui testigo de muchos casos de muerte por mala práctica en los que los deudos de los fallecidos jamás formaron demanda alguna contra los médicos, obvio que por ignorancia de las causas reales de los decesos y de sus derechos personales.
Terminé precisamente estudiante Derecho y, sinceramente, vine a tomar conocimiento de demandas en resarcimiento de daños por mala práctica médica -al menos en la ciudad de Santiago- después de más de una década de ejercicio profesional, a mediados de los años noventa. Participé en algunos de esos juicios, habiendo tenido éxito solamente cuando representé a médicos; acaso por la misma razón que perdimos las causas en que representamos la parte demandada: la figura del médico se erguía aún mítica en la sociedad y, los jueces no escapaban a ese factor influyente, por lo que condenar a un médico devenía herético.
Los tiempos han cambiado. La ciudadanía conoce más sus derechos y el progreso de la medicina forense se hace cada vez más ostensible. Como resultado, muchos médicos la identifican como una profesión muy rentable, lo que favorece la prestación de sus servicios como peritos en tales demandas, amén de que la ley ha instituido el INACIF, institución al servicio de la justicia que ha influido de forma determinante en el éxito de algunas demandas en responsabilidad civil por mala práctica médica, por lo que, hay que ponerse a recaudo de atribuir las sentencias condenatorias de hoy al simple populismo judicial, si bien debemos hacer control social de tales decisiones para evitar injusticias.