FLORIDA.- El senador Marco Rubio, representante del estado de Florida, ha expresado su preocupación ante la presión que, según afirma, ejerce la administración de Joe Biden para que la República Dominicana acoja a tres millones de haitianos en su territorio. Rubio atribuye esta presión a la influencia de organizaciones como Amnistía Internacional, las cuales, según él, tienen una inclinación por políticas de izquierda radical. El senador criticó esta medida como desproporcionada y poco justa para un país en desarrollo como República Dominicana, que ya enfrenta desafíos económicos significativos y tiene compromisos previos con Haití.
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En el contexto de la política migratoria, Rubio destacó la gestión del presidente dominicano Luis Abinader, quien ha reafirmado su compromiso con la protección de la soberanía nacional mediante la implementación de deportaciones. Esta política se alinea con los esfuerzos de mantener un control efectivo sobre la inmigración en un país donde más de un tercio de los nacimientos son de mujeres haitianas, según datos citados por Rubio. Esta situación resalta la magnitud del impacto demográfico y social que tiene la inmigración haitiana en la República Dominicana.
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Amnistía Internacional, por su parte, ha emitido comunicados instando a la República Dominicana a terminar con lo que describe como un trato racista hacia los descendientes de haitianos. En el décimo aniversario de la sentencia TC/0168/13, que niega la nacionalidad dominicana a los hijos de inmigrantes indocumentados nacidos después de 1929, la organización pidió al país caribeño que cese las políticas discriminatorias. Amnistía Internacional argumenta que estas prácticas afectan desproporcionadamente a decenas de miles de personas de ascendencia haitiana, exacerbando una problemática de larga data en la isla.