La General Laura J. Richardson, jefa del Comando Sur de los Estados Unidos, expresó su creciente inquietud respecto a la propagación del fentanilo en América Latina, advirtiendo sobre el riesgo de que se convierta en una epidemia similar a la que se enfrenta Estados Unidos. Enfatizó la necesidad de una cooperación más estrecha entre los países para combatir esta y otras actividades delictivas que fortalecen a las redes criminales. Richardson destacó la importancia estratégica de Tierra del Fuego como un punto neurálgico para el transporte internacional y como puerta de entrada a la Antártida, señalando la tentativa de China de establecer una base naval en la zona. Hizo un llamado a un esfuerzo conjunto, especialmente entre las armadas argentina y estadounidense, para afrontar los desafíos que implica asegurar esta región crítica.
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Además, la comandante Richardson abordó la complejidad de las amenazas que enfrentan los países latinoamericanos, exacerbadas por las secuelas económicas de la pandemia de Covid-19. Subrayó cómo las organizaciones criminales transnacionales fomentan la inestabilidad y la inseguridad, no solo mediante el tráfico de drogas y personas, sino también a través de actividades como la minería y la pesca ilegal. Para desmantelar estas redes, Richardson considera crucial atacar su financiamiento, estimado en 300 mil millones de dólares anuales, mediante una mayor colaboración regional en el seguimiento del dinero y el fortalecimiento de la cooperación internacional para erradicar estas prácticas delictivas.
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