Cuando de postres se habla, con el arroz se suele preparar un plato dulce muy popular, es el “arroz con leche”, mientras que el dulce derivado de la piña más tradicional es la mermelada, y también el platillo de piña con leche. El arroz toma su propio camino de postre y la piña a lo suyo.
Sin embargo, en El Seibo, municipio cabecera de la provincia homónima situada en el este del país, se elabora un dulce artesanal hecho de arroz con piña desde hace más de 80 años.
La señora Isabel Adelaida Martí, quien prepara ese dulce en la actualidad, que la gente de la demarcación lo conoce como “los bocadillos de doña Lala”, cuenta que se comenzaron a elaborar de las manos de su abuela, Adelaida Guzmán, luego de que una comadre suya le enseñara a prepararlo y en aquel entonces siendo ama de casa con la responsabilidad de criar seis hijos pequeños, decidió hacer el dulce y venderlo para ayudar con los gastos del hogar.
Más adelante, la abuela Adelaida, apodada doña Lala, por cuestiones de salud pasa la receta a su hija, Germania Nolasco, quien era la madre de Isabel.
Germania, quien se desempeñaba como profesora y directora de la Escuela Manuela Díez Jiménez de El Seibo, continuó preparando los dulces aun después de pensionada, hasta que por cuestión de la avanzada edad y los padecimientos, desde hace aproximadamente 20 años dejó a su única hija, Isabel Adelaida Martí Nolasco, a cargo del postre casero.
Isabel, la actual responsable de su elaboración, es profesora pensionada y también abogada aunque no ejerce la profesión. Además de continuar con la tradición familiar, decidió seguir con la elaboración del dulce para tener una entrada económica extra.
A pesar del transcurir de los años y de las transiciones de las encargadas, Isabel afirmó que la receta no ha cambiado y se ha mantenido fiel y siendo un dulce familiar. “Están hechos a base de piña y arroz. No pueden cambiar porque no salen. Si le echo más arroz o menos azúcar no da la consistencia que necesita el dulce”, explicó.
En la actualidad, tanto sus dos hijas como su esposo saben elaborar el postre e incluso recibe ayuda de ellos. “No es un secreto familiar, mis hijas lo hacen a la perfección”, comentó.
Preparación
Pese a que algunas personas creen que contiene guayaba o naranja, los ingredientes principales son sólo arroz, piña y azúcar.
De acuerdo con lo explicado por Isabel, se licua la piña, que quede como si fuera un jugo, mientras que el arroz se hierve y cuando el cereal esté blando, se deja enfriar para luego licuarlo junto con el jugo de piña.
Al mezclar el arroz con la piña se le agrega la cantidad de azúcar adecuada, la mezcla debe reposar para que cuaje en el caldero para obtener el espesor deseado y cuando esté en su punto, se esparce en una larga tabla de madera para que se termine de secar.
Al día siguiente estará listo para cortar en pequeños cuadrados con ayuda de un cuchillo de mesa y se espolvorea en azúcar glas para evitar que se adhiera al papel encerado que incluye el empaque.
Dulce desde el hogar
Aunque se trata de un comestible casero, desde sus inicios hasta la fecha, Isabel no descarta la idea de asociarse con alguna tienda o distribuidora de dulces tradicionales.
“En ocasiones le he vendido a “Cosas del país” o Carlos Estrella algunas veces compra y lo distribuye allá en la capital”, señaló.
Si bien es un dulce casero, se ha dado a conocer sólo gracias a las recomendaciones “de boca en boca”, debido a que no tiene ningún tipo de promoción profesional.
Para adquirir un paquete de 24 dulcitos por el precio de 300 pesos, Isabel mantiene las puertas de su hogar abiertas en la calle Libertad, casa #22 en El Seibo y, en caso de que el interesado resida en otra provincia está a disposición de enviarlo mediante transporte.
Origen incierto
Lo que se sabe es que la receta del arroz con piña llegó a la familia gracias a que la comadre de su abuela la compartió, pero, hasta la fecha no se ha esclarecido de dónde proviene la combinación del cereal con la fruta.
Puedes leer: El mofongo pone en alto la gastronomía mocana
De acuerdo con lo explicado por Isabel, algunos clientes afirman que han probado ese dulce en países asiáticos como Japón, China e incluso señalan que podría ser árabe.
Personalidades
En los tiempos en que Adelaida Guzmán elaboraba los dulces, eran exclusivos para monseñor Octavio Antonio Beras, reconocido por ser el primer cardenal dominicano de la iglesia católica. Asimismo, Isabel mencionó que a «todos» los políticos les gusta el postre, aunque prefirió reservar los nombres de sus clientes.